Danica May Garcia murió en la tienda de la familia cuando abrieron fuego dos hombres en motocicleta, informó la policía de Dagupan en la provincia de Pangasinan.

¿El muy probable blanco? El abuelo de la niña, de acuerdo con un funcionario local. Un líder comunitario dijo que los días anteriores al ataque, el padre, Máximo García, se había entregado a la policía en un esfuerzo por limpiar su nombre. También se entregaron docenas de personas acusadas de drogadicción.

García eventualmente regresó a su familia. El abuelo luego recibió tres disparos y quedó herido, según la policía. Actualmente está en un hospital bajo el resguardo de la policía.

“Tenemos un testigo que se presentó para identificar al atacante”, dijo Neil Miro, jefe de la policía de Dagupan, en declaracoines a CNN. “No voy a revelar el nombre del sospechoso pero parece ser que tiene algo que ver con drogas ilegales, también”.

“Todavía estamos investigando el motivo real, pero debido a que Máximo García se entregó el pasado viernes por uso de drogas, tenemos razón para creer que el ataque está relacionado con sus actividades de drogas”.

Las autoridades no dijeron si es obra de vigilantes, sin embargo.

Los sospechosos de estar involucrados en el comercio ilegal de drogas se han vuelto blanco de una guerra nacional contra las drogas que lanzó el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, luego de asumir el poder el 30 de junio.

Human Rights Watch reporta que más de 1.000 filipinos han muerto a manos de atacantes no identificados entre el 1 de julio y el 19 de agosto. Y desde que Duterte tomó el cargo, el jefe de la policía nacional dice que más de 700 presuntos drogadictos y vendedores de droga al menudeo han muerto en operaciones de la policía.

La policía dijo a CNN que Danica no es la primera niña víctima, pero si es la de menor edad. También subrayaron que su muerte no ocurrió durante una operación de la policía.

“Espero que no culpen a la actual campaña contra las drogas por las muertes de esos menores”, dijo Dionard Carlos, un vocero de la policía, en declaraciones a CNN.

“En cambio déjennos trabajar juntos para que los responsables responsan por el crimen que cometieron y dar justicia a las víctimas y a sus familias”.

A principios de mes, Naciones Unidas urgió a Filipinas que detuviera los asesinatos ilegales de personas sospechosas de crímenes relacionados con las drogas.
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