Fidel y Chavez a la casa museo del Che.
Tras finalizar la Cumbre del MERCOSUR, y luego de tres días de esperarlo, todo Alta Gracia se despertó para verlo. Fidel Castro Ruz visitó Villa Nydia: la casona que fuera el hogar donde creció Ernesto "El Che" Guevara, su primer Comandante en la Sierra Maestra.
EN LA CASONA DE VILLA NYDIA, EN ALTA GRACIA, RECIBIERON UNA DETALLADA EXPLICACIÓN DE ADA MARÍA VENTRE, DIRECTORA DE LA CASA-MUSEO.
Fidel Castro recorrió los 37 kilómetros desde Córdoba, y llevó como compañero nada menos que a Hugo Chávez.
Era la una y cuarto de la tarde cuando el Presidente venezolano, con camisa roja, y Castro, con su habitual uniforme verde olivo, bajaron del coche en medio de los aplausos y vivas de una multitud que los esperó durante más de cuatro horas bajo un sol ardiente.
Apenas ingresó al jardín de los dos pinos, en la calle Avellaneda al 501, Castro no lo dudó un segundo y fue directamente a uno de los arcos de la galería de piedra, donde lo esperaba la escultura en bronce de un pequeño Ernesto, sentado y de pantalones cortos, mirando hacia la calle, como balanceando las piernas.
"FIDEL Y CHÁVEZ SE LLEVAN DE MARAVILLAS", ASEGURÓ CALICA FERRER.
Esa era la foto. Ninguna otra. Fidel se paró a la derecha del Che niño y Chávez hizo lo mismo del otro lado. Cientos de disparos de cámaras obtuvieron la imagen que compitió con la fallida foto oficial de esta Cumbre.
Los dos entraron a la casa acompañados por cuatro de los amigos de la infancia del Che: Carlos "Calica" Ferrer, quien hizo el segundo viaje con Guevara por Latinoamérica y hoy vive en Buenos Aires; Enrique Martín, Ariel Vidosa y Alfredo Moreschi, quienes continuaron sus vidas a pocas cuadras de Villa Nydia.
CARLOS "CALICA"FERRER, UNO DE LOS AMIGOS DEL CHE, NARRÓ A FIDEL Y CHÁVEZ, ANÉCDOTAS DE LA ÉPOCA DE ESTUDIANTES DE PRIMARIA.
Según Ferrer, "Fidel y Chávez se llevan de maravillas y se desafían todo el tiempo a ver quién tiene la mejor memoria". Luego, Calica resaltó el humor que une a Castro y Chávez. Las dos estrellas de la Cumbre jugaron una especie de adivinanza. Mientras el venezolano cubría con una mano las calificaciones de una libreta de medicina del Che, expuesta en el que fuera el dormitorio del joven Ernesto, Castro debía arriesgar en qué materia sobresalía su mejor guerrillero. "Parasitología", arriesgó el cubano, entrecerrando los ojos y con tono triunfal.
FIDEL SE EMOCIONÓ AL APRECIAR LAS FOTOS DE LA INFANCIA DEL COMANDANTE GUERRILLERO DE LA SIERRA Y DE AMÉRICA LATINA.
Una hora y diez minutos después, los dos salieron. Castro caminó hacia los periodistas. En el picado mar de las preguntas a gritos, la cronista del diario Clarín le preguntó: ¿Cómo se siente luego de visitar la casa del Che?
ALTA GRACIA SE ESTREMECIÓ Y TODO EL PUEBLO SE VOLCÓ A RECIBIR A AMBOS MANDATARIOS.
Entonces, un Fidel de ojos tan abiertos como atentos y, golpeándose el pecho del lado del corazón, solo repitió: "Con una enorme emoción."
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