Judith Berkan forma parte del grupo de juristas internacionales que está ejerciendo de observador en el juicio por el «caso Jarrai-Haika-Segi» y compone el grupo Euskal Herria Watch, presentado el sábado en Bilbo. Esta abogada y profesora portorriqueña constata que a lo largo de este proceso y de otros equiparables «se han vulnerado derechos fundamentales». En su opinión, hay motivos sobrados para estar alarmados, y tanto ella como sus compañeros se han comprometido a difundir lo que vean en sus países y organizaciones correspondientes.
¿Qué le ha movido a ejercer de observadora en este juicio?
Usted vio la movilización del sábado en Bilbo, a convocatoria de la Plataforma 18/98. ¿Cree que está fundamentada la alarma que siente gran parte de la sociedad vasca?
En este juicio concreto, ¿cuál es la impresión que
ha sacado?
He asistido a dos días de juicio y he visto
siete testigos que no han aportado nada a las teorías de la acusación. Veo que
hay un intento de vincular con la violencia a cualquier persona que aboga por la
independencia de Euskal Herria. Es un proceso ciertamente alarmante, en el
sentido de que hay varios jóvenes que llevan tres o cuatro años de detención y
hasta ahora lo que he visto es un abuso enorme, una burla de los derechos
constitucionales y fundamentales tal y como existen en documentos de índole
internacional y, en lo poco que entiendo, también en el orden jurídico de
España. -