La IRC y el Boicot a Flor de Caña: ANAIRC o el ocaso de una falsa lucha

by MAR2910 Saturday, Oct. 30, 2010 at 5:43 PM

La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston, en el informe final del estudio que realizó sobre la higiene industrial en el Ingenio San Antonio (ISA), concluye que no hay evidencias de que las prácticas laborales de la empresa estén causando IRC en sus trabajadores.

Han pasado 19 meses desde que la Asociación Nicaragüense de Afectados por Insuficiencia Renal Crónica (ANAIRC), afiliada a la UITA, comenzó su campaña de desprestigio de Nicaragua Sugar Estates Limited (NSEL), propietaria del Ingenio San Antonio y miembro del Grupo Pellas.

Durante este periodo de tiempo, sus promotores no encontraron ningún eco en Nicaragua y se toparon con el firme rechazo de las organizaciones sindicales y de ASOCHIVIDA, la asociación de enfermos renales más importante del país. En las últimas semanas intentaron realizar algunos esfuerzos para reactivarla pero todo ha sido en vano por lo que se han visto obligados a admitir, aunque sea en privado, que no tuvieron éxito.

Realmente desde que comenzaron con sus andanzas se sabía que estábamos asistiendo a la crónica de un fracaso anunciado Y cómo podría ser de otra manera cuando a lo largo de estos meses no pudieron presentar una sola prueba, estudio o investigación que pudiera darle un mínimo de sustento a sus insólitas afirmaciones.

Nicaragua es un país pequeño donde es difícil darle a la opinión pública “atol con el dedo” (expresión popular que significa que a la gente no se le puede engañar fácilmente).

Un nicaragüense escribía el otro día en Internet, a propósito de unas recientes declaraciones de la Sra. Carmen Ríos de ANAIRC, que “entre bomberos no nos pisamos la manguera” o “entre gitanos no nos leemos las cartas”, para señalar que era más que evidente que lo que realmente esta señora estaba haciendo era ganarse la vida con esta “causa” ya que a sabiendas que lo que estaba planteando era absurdo y que por lo tanto no la iba a llevar a ningún lado, continuaba hablando de una lucha inexistente a fin de seguir recibiendo el financiamiento que le proporcionan algunos activistas internacionales de reconocida trayectoria ideológica”. Un profesor universitario se metió en el sitio e hizo el comentario siguiente: “algo hay de eso”.

Lo que le puso la tapa al pomo fueron las recientes conclusiones a las que llegó la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston, que presentó recientemente su informe final del estudio que realizó sobre la higiene industrial en el Ingenio San Antonio (ISA), en el que concluye que no hay evidencias de que las prácticas laborales de la empresa estén causando Insuficiencia Renal Crónica (IRC) en sus trabajadores.

El equipo a cargo del estudio evaluó las prácticas de trabajo realizadas en la zafra 2009-2010 en el ISA, así como los productos químicos utilizados por la empresa tanto en la actualidad como en el pasado.

“No encontramos evidencia alguna de que las prácticas laborales actuales o los químicos usados por ISA actualmente o en el pasado sean causas generalmente aceptadas de IRC”, señala el informe presentado el 30 de agosto de este año.

“Con base en la investigación descrita en este informe, no encontramos evidencia alguna para concluir que las prácticas y los químicos usados por el ISA estén causando IRC en los trabajadores. Establecer si existe de hecho una asociación requerirá la creación de nuevo conocimiento científico”, reiteran los investigadores.

El estudio encomendado a esa prestigiosa universidad fue producto de un acuerdo entre Nicaragua Sugar y ASOCHIVIDA, la más importante organización de enfermos renales del país, en el marco de un diálogo convocado por la oficina de Cumplimiento, Asesoría y Ombudsman (CAO) del Banco Mundial con el propósito de determinar evidencias que vincularan las prácticas laborales del ISA con la IRC.

El crepúsculo le ha llegado a esta ridícula campaña que, en aras de conseguir dinero y al amparo de absurdas elucubraciones ideológicas de algunos nostálgicos del estalinismo, pretendió suscitar simpatías fuera de Nicaragua jugando con la legítima solidaridad que puede despertar el sufrimiento humano.

Dichosamente, gracias, entre otros, a las posibilidades que otorga la comunicación moderna este embuste nunca pudo progresar. Sin duda alguna, es una gran lección para quienes en el futuro pretendan abusar de la buena voluntad de mucha gente honesta que existe en el mundo.

Original: La IRC y el Boicot a Flor de Caña: ANAIRC o el ocaso de una falsa lucha