SUPER-ESTAFA DE WALL STREET

by IroWood Wednesday, Oct. 01, 2008 at 5:40 PM

Súper-rescate estatal: Un negocio "privado" de los bancos que controlan la Reserva Federal

No obstante la operación "sedante" lanzada por el Gobierno federal y el Congreso de EEUU el fin de semana, el plan de rescate de Bush naufragó en la Cámara de Representantes de la mano de los demócratas y del rechazo de los republicanos.

Wall Street sufrió un hundimiento histórico y las bolsas mundiales volvieron a derrumbarse en un nuevo "lunes negro" que hizo temblar al sistema financiero globalizado.

En medio de la conmoción internacional Bush convocó de urgencia a sus asesores y se abrió un peligroso frente de crisis en Europa.

El domingo, para evitar un nuevo desplome de los mercados, los legisladores estadounidenses habían anunciado un acuerdo para aprobar el plan de salvataje.

No obstante, los legisladores votaron en contra por miedo "de verse arrastrados" por la Casa Blanca y "quieren mantener un cierto control" sobre el proyecto.

El hundimiento del proyecto es un gigantesco revés para el gobierno Bush y especí-ficamente para el Departamento del Tesoro, así como para los legisladores que trabajaron en el la semana pasada.

En el caso de los US$ 700.000 en discusión del "súper-rescate" emprendido por la Casa Blanca y el Tesoro, se trata de una macro operación financiera en la cual los bancos (privados) que integran el Sistema de la Reserva Federal prestarán ese dinero al Estado norteamericano a tasas de interés vigentes.

Ese interés (esa es la trampa fraudulenta) será pagado con dinero de los impuestos públicos (el dinero de toda la ciudadanía) en una maniobra que transforma la deuda privada en deuda nacional.

Con un dato: A los intereses del macro préstamo (equivalente a casi un cuarto del presupuesto anual de EEUU), no lo fijan el Gobierno Federal ni el Congreso de EEUU, sino la Reserva Federal controlada por el sistema de bancos privados.

Esto indica claramente que el Estado norteamericano, desde el punto de vista económico-financiero, es "nacional" en la recaudación de impuestos públicos (aportados por el conjunto de la población), y "privado" en la utilización, control y regulación de esos fondos públicos propiedad del pueblo estadounidense en su conjunto.

Este concepto es central para entender la manipulación deformadora (oficial y privada) que se hace cuando se presenta el "mega-salvataje" como exclusivamente "estatal".

En este caso, el Estado norteamericano y sus instituciones (Congreso, Tesoro, etc) solo actúan como "reguladores políticos" de un préstamo entre instituciones privadas ( la banca quebrada y los bancos privados del Sistema de la Reserva Federal que le prestan el dinero al Estado norteamericano.

De manera tal, que el "mega-rescate estatal" no es otra cosa que un monumental desfalco al pueblo norteamericano (que paga los intereses a través de los impuestos) y un fabuloso y multimillonario negocio de un sector de la banca privada (el Sistema de la Reserva Federal) que se vale del Estado USA para hacer negocios con el sector más rentable de las crisis: Los préstamos a las entidades quebradas.

Esto implica que, y con garantía del Estado norteamericano, el conjunto de bancos privados que conforman la Reserva Federal actuarán en la práctica (y

dentro del esquema funcional del "súper-rescate" emprendido por el Gobierno federal) como una supra-entidad prestataria que manejará un fondo billonario orientado a hacer negocios (también billonarios) con los cadáveres dejados por el colapso financiero en EEUU.

Y aquí volvemos al axioma central:

Las "crisis" del sistema capitalista (que aprovecha tanto las "burbujas" como las "crisis" para generar rentabilidad y concentración del capital ) permiten la consolidación de un puñado de conglomerados financieros "ganadores" de la crisis que se degluten a las instituciones quebradas mediante compras o fusiones forzadas.

En este caso, y a la sombra del Estado norteamericano, el conglomerado financiero privado que controla la Reserva Federal está a punto de consumar un desfalco billonario con los impuestos públicos (el dinero de los contribuyentes que abonará los intereses del "mega-rescate") que hará que el costo de la crisis bancaria privada sea pagado por todo el pueblo norteamericano.

Pero el negocio no termina ahí: Según analistas y medios especializados en Wall Street, los US0.000 millones solo cubren una parte de la operación para "sanear" el sistema financiero estadounidense.

A la larga o la corta, y si quiere cortar el colapso financiero de raíz, señalan especialistas en Wall Street, el Estado norteamericano tendrá que auxiliar a la totalidad de las entidades quebradas para restaurar la "liquidez faltante" (robada por las "burbuja" especulativa) y normalizar la actividad del sistema financiero.

Se estima que la cifra final de la operación puede rondar los US$ 5 billones (cerca de dos presupuestos anuales de EEUU) para rescatar todos los títulos de derivados "tóxicos".

Se calcula que la debacle inmobiliaria dejó en circulación préstamos hipotecarios sin respaldo por más USbillón, al que se agregarían más de US$ 2 billones en hipotecas a propietarios de vivienda privados, y US,6 billones en hipotecas a empresas que operan en el mercado.

Esto da una idea de las cifras que hoy rondan por la cabeza de los miembros del Congreso y del Gobierno estadounidense que deben poner en marcha el que probablemente se convierta en el mayor desfalco financiero de todos los tiempos con el Estado imperial como herramienta de ejecución.

Y con la población estadounidense como la "gran pagadora" de la crisis capitalista privada.

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Original: SUPER-ESTAFA DE WALL STREET