Paro portuario en la Costa Oeste contra la guerra el 1° de mayo

by Grupo Internacionalista Thursday, Apr. 03, 2008 at 12:42 AM
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En lo que representa un paso de gran importancia para el movimiento obrero norteamericano, el International Longshore and Warehouse Union (ILWU – sindicato internacional de estibadores y almacenistas) ha anunciado que paralizará los puertos de la Costa Oeste de Estados Unidos el 1° de mayo para exigir el cese inmediato de la guerra y la ocupación en Irak y Afganistán, así como el retiro de las tropas norteamericanas de Medio Oriente. Ésta es la primera vez en décadas que un sindicato en Estados Unidos ha decidido emprender una acción industrial en contra de una guerra de EE.UU. La acción anunciada por el poderoso sindicato de trabajadores portuarios de la Costa Oeste, un paro de labores para parar la guerra, debe ser retomada por sindicatos y organizaciones de trabajadores de todo Estados Unidos y a escala internacional. El propósito de semejantes acciones no debe ser suplicar a los políticos burgueses –cuyas manos están llenas de sangre, por haber aprobado a lo largo de los últimos seis años y medio todo presupuesto de guerra– sino dar una muestra de la fuerza de los trabajadores, que hacen funcionar este país, ¡y que pueden también pararlo!


marzo de 2008  

¡Huelgas obreras contra la guerra!

Paro portuario en la Costa Oeste
contra la guerra el 1° de mayo


Estibadores del ILWU marchan contra la guerra en San Francisco, marzo de 2004. No es sólo la
“guerra de Bush” sino una guerra imperialista de ambos partidos, Republicano y Demócrata.

En lo que representa un paso de gran importancia para el movimiento obrero norteamericano, el International Longshore and Warehouse Union (ILWU – sindicato internacional de estibadores y almacenistas) ha anunciado que paralizará los puertos de la Costa Oeste de Estados Unidos el 1° de mayo para exigir el cese inmediato de la guerra y la ocupación en Irak y Afganistán, así como el retiro de las tropas norteamericanas de Medio Oriente. En una carta del 22 de febrero dirigida al presidente de la AFL-CIO (la mayor federación sindical estadounidense) John Sweeney, el presidente del ILWU, Robert McEllrath, le informó que en una reciente asamblea sindical con delegados de todos los puertos de la Costa Oeste, “una de las resoluciones aprobadas por los representantes convoca a los trabajadores portuarios a hacer un paro de labores durante el turno matutino del 1° de mayo de 2008, para expresar su oposición a la guerra en Irak.”

Ésta es la primera vez en décadas que un sindicato en Estados Unidos ha decidido emprender una acción industrial en contra de una guerra de EE.UU. Esto reviste una doble importancia, pues la movilización del poder obrero se realizará el Primero de Mayo, el día internacional de los trabajadores, día que no se conmemora en Estados Unidos. Además, la resolución aprobada por los delegados del ILWU no sólo se opone a la enormemente impopular guerra en Irak, sino también a la guerra y ocupación de Afganistán (que tanto los precandidatos demócratas Hillary Clinton y Barack Obama, como el candidato republicano John McCain quieren extender). La moción para cerrar los puertos exige también el retiro de las tropas norteamericana de toda la región, incluyendo los reinos de los jeques petroleros del Golfo Pérsico/Árabe, de importancia estratégica clave.

Estibadores del ILWU respetaron piquete en los muelles de Oakland que pidieron no tocar cargamento de guerra, 19 de mayo de 2007.
(Foto: Jeff Paterson/Courage to Resist)

El Internationalist Group ha luchado desde el momento en que las tropas norteamericanas invadieron Afganistán en septiembre de 2002 para que los sindicatos norteamericanos emprendieran huelgas contra la guerra. [Ver Mobilize International Labor Action to Defend West Coast Dockers!The Internationalist No. 14, September-October 2002. (en inglés)] A pesar del hecho de que millones han participado en manifestaciones en las calles de Europa y Estados Unidos en contra de la guerra en Irak, la guerra continúa. Ninguno de los partidos gemelos del imperialismo norteamericano – el Demócrata y el Republicano – ni cualquier de los candidatos capitalistas, terminará con esta espantosa carnicería que ya ha arrojado un saldo de cientos de miles de iraquíes muertos. La única manera de detener la maquinaria asesina del Pentágono consiste en movilizar el poder de una fuerza mayor: la de la clase obrera internacional.

La acción anunciada por el poderoso sindicato de trabajadores portuarios de la Costa Oeste, un paro de labores para parar la guerra, debe ser retomada por sindicatos y organizaciones de trabajadores de todo Estados Unidos y a escala internacional. El ILWU debe ser elogiado por este valiente primer paso, y ahora corresponde a los trabajadores de todas partes darles su respaldo. Dondequiera que el apoyo sea lo suficientemente fuerte, el 1° de mayo debe haber paros masivos, faltas colectivas, manifestaciones sindicales, asambleas a puerta de fábrica, mítines durante los descansos, foros, etc. El propósito de semejantes acciones no debe ser suplicar a los políticos burgueses –cuyas manos están llenas de sangre, por haber aprobado a lo largo de los últimos seis años y medio todo presupuesto de guerra– sino dar una muestra de la fuerza de los trabajadores, que hacen funcionar este país, ¡y que pueden también pararlo!

Ahora es el momento para acciones clasistas atrevidas. La oposición a la guerra es aún mayor entre la clase obrera norteamericana que entre la población general, más de dos terceras partes de la cual quiere poner fin a la guerra, pero es impedida por el sistema político capitalista. En su carta a Sweeney, el secretario del ILWU pregunta “si otros sindicatos afiliados a la AFL-CIO planean participar en eventos semejantes”. Los militantes obreros deben asegurar que la respuesta dicha pregunta sea un resonante “¡sí!”

No debe haber ilusiones en que esto será una tarea sencilla. Sin duda, los patrones de la Pacific Maritime Association (PMA) intentarán hacer que los tribunales dicten la ilegalidad del paro de labores. La dirección del ILWU podría amedrentarse, puesto que esta moción fue aprobada por el apoyo mayoritario de los delegados a pesar de sus intentos de impedirlo, o al haber fallado en su intento, diluirla o limitarla en sus alcances. Además, el gobierno norteamericano podría intentar prohibir el paro apelando a la “seguridad nacional”, tal como durante las negociaciones contractuales del otoño de 2002 la administración Bush impuso un mandato judicial bajo la ley Taft-Hartley prohibiendo todo paro laboral, por representar una amenaza para el “los preparativos de guerra”, y amenazó con una ocupación militar de los puertos.

La respuesta a todo intento de sabotear o debilitar esta primera acción obrera en contra de la guerra, y en contra de la “guerra contra el terrorismo” auspiciada por el gobierno norteamericano cuyo propósito es aterrorizar al mundo para mejor sojuzgarlo, debe consistir en redoblar los esfuerzos para movilizar el poder de la clase obrera con completa independencia respecto a los partidos y políticos burgueses. Si resulta exitoso el paro del ILWU, representará un pequeño, pero muy importante comienzo que debe ser generalizado y profundizado. Hace falta una acción obrera a escala industrial para derrotar la guerra imperialista, así como la guerra de los patrones en contra de los inmigrantes, las minorías oprimidas, los pobres y los trabajadores en el propio país.

El ILWU en al frente de la acción obrera contra la guerra

Las huelgas obreras contra la guerra imperialista no son algo nuevo, pero hace muchísimo tiempo que no ocurren en Estados Unidos. Durante la Primera Guerra Mundial hubo enormes manifestaciones en Alemania en contra de la carnicería en el campo de batalla, que culminaron con la caída del káiser en noviembre de 1918. Un año antes en Rusia, la oposición obrera a la guerra resultó en el derrocamiento del zar, así como la Revolución de Octubre encabezada por los bolcheviques de Lenin y Trotsky. Hoy en día, el Internationalist Group y la Liga por la IV Internacional hacemos un llamado a los trabajadores del transporte a que se rehúsen a llevar embarcos de material de guerra. A principios de los años 20, los estibadores franceses dirigidos por el Partido Comunista hicieron exactamente eso, boicoteando los barcos que transportaban cargamentos militares para suprimir una rebelión colonial en la región del Rif en Marruecos, como también hicieron durante la guerra de Francia en Indochina en los años 50.

En Estados Unidos, el ILWU realizó una huelga en 1948 en medio de la histeria de la Guerra Fría y en desafío a la “ley de trabajo esclavo” Taft Hartley, para defender el control sindical de la contratación de trabajo en contra del griterío de los patrones y del gobierno por la presencia de “rojos” en la dirección del sindicato. En 1953, en el punto culminante de la cacería de brujas macartista, el ILWU convocó una huelga general de cuatro días de los estibadores y de los trabajadores del azúcar y la piña en Hawái para protestar por el encarcelamiento de siete miembros del sindicato por ser comunistas. Durante la Guerra de Vietnam, el historiador socialista Isaac Deutscher dijo que cambiaría todas las marchas por la paz por una sola huelga en los muelles. El ILWU fue el primer sindicato norteamericano en oponerse a la guerra de Vietnam, pero durante la guerra y especialmente durante la huelga de 1971, el dirigente sindical Harry Bridges se rehusó a detener el transporte de material militar. (Los dueños de los barcos se valieron de esto para evadir las líneas de piquete y debilitar la huelga al registrar sus cargamentos como “militares”.) Esta traición fue de la mano con un contrato por la “mecanización y la modernización” en virtud del cual se perdieron muchos puestos sindicalizados.

Cuando se hacía inminente la invasión imperialista de Irak, dirigida por EE.UU., en enero de 2003 ferrocarrileros en Escocia se rehusaron a mover un tren de carga con municiones para llevarlo a una base de la OTAN. Un mes después, sindicalistas ferroviarios y activistas contra la guerra bloquearon trenes de guerra de la OTAN, ocupando las vías. En los Estados Unidos, los trabajadores portuarios del ILWU fueron el blanco de la represión gubernamental “antiterrorista”, cuando la policía disparó a quemarropa balas supuestamente “no letales” contra manifestantes contra la guerra en el puerto de Oakland, California, hiriendo a seis estibadores y arrestando a 25 personas (que luego ganaron su demanda legal en contra de la policía). Además, cada año desde que empezó la guerra, el Local 10 de San Francisco y Oakland del ILWU, ha aprobado mociones a favor de acciones obreras en contra de la guerra. En el pasado estas mociones eran derrotadas en las asambleas y convenciones nacionales del ILWU, pero esta vez no.

En mayo de 2007, el Local 10 de los estibadores y el Local 34 de los encargados de embarque y desembarque de mercaderías se rehusaron a cruzar las líneas de piquete de la Asociación de Maestros de Oakland y de activistas contra la guerra, desafiando las órdenes de los árbitros al rehusarse a trabajar en los barcos de la corporación tristemente célebre por su política antisindical Stevedoring Services of America (ver el artículo “Los trabajadores portuarios de Oakland respetan piquete, paran el embarque de material de guerra” [en inglés] en The Internationalist n° 26, julio de 2007). En la secuela de esta acción, el sindicato lanzó un llamado para convocar una Conferencia Sindical para Detener a la Guerra, con el propósito de “planear manifestaciones en los lugares de trabajo, movilizaciones sindicales en las calles y huelgas en contra de la guerra”. El llamado a la acción declaraba:

“El Local 10 del ILWU ha advertido en repetidas ocasiones que la llamada ‘guerra contra el terrorismo’ es, en realidad, una guerra contra los trabajadores y los derechos democráticos. En todo el país, cientos de sindicatos y consejos sindicales han aprobado mociones que condenan la guerra, pero esto no ha detenido la guerra. Necesitamos utilizar la fuerza obrera para detener la guerra mediante la movilización del poderío sindical en las calles, a puerta de fábrica y en los muelles para forzar el inmediato y completo retiro de las tropas norteamericanas de Irak y Afganistán.”

Arriba: el 7 de abril de 2003, policías tiraron sobre manifestantes contra la guerra y estibadores en el puerto de Oakland, California. Derecha: manifestante herido por proyectiles de la policía.
(Fotos: Tim Wimborne/Reuters)

Cuando se acercaba el día en que se realizaría la conferencia, el sindicato fue blanco de varios ataques policíacos, incluyendo un atroz arremetida policíaca contra dos trabajadores portuarios negros de San Francisco que trabajaban en el puerto de Sacramento. Unos 250 manifestantes de todos las secciones del ILWU en el norte de California se manifestaron en su defensa afuera del tribunal. Su juicio, fechado para su realización en una audiencia del 18 de marzo, enfrentará manifestaciones aún mayores.

El Internationalist Group y sus simpatizantes sindicales ayudaron a organizar la conferencia del 20 de octubre, y participaron en ella junto con unos 150 activistas sindicales y socialistas provenientes del Área de la Bahía de San Francisco y otros lugares de California, y de todo el país. En la reunión se prestó particular atención a cómo resistir la introducción de la Transportation Workers Identification Card (TWIC – cédula de identidad para los trabajadores del transporte), medida de regimentación y control que el Partido Demócrata en particular ha estado impulsando para realizar, en nombre de la “guerra contra el terrorismo”. El TWIC desatará una purga entre los trabajadores portuarios y que, por tanto, representa una seria amenaza para los trabajadores de minorías, así como para el control sindical de la contratación. Poco después de la conferencia, y en vísperas de las negociaciones contractuales de 2008, un juez federal ordenó que las elecciones del Local 10 fueran canceladas y remplazadas con una votación dirigida por la Secretaría del Trabajo. Agentes federales incluso invadieron la sede sindical para imponer su orden. Esta acción representa una amenaza a la independencia de todos los sindicatos.

Todo esto preparó el escenario en que se realizó la reciente asamblea de los trabajadores portuarios en la que se sometió a votación la moción por el paro de 24 horas contra la guerra. La resolución fue presentada en el Local 10 por Jack Heyman, quien también presentó la moción a favor del paro del 24 de abril de 1999 en toda la Costa Oeste a favor de la libertad de Mumia Abu-Jamal, el ex pantera negra y renombrado periodista radical que ha estado en la galería de la muerte desde hace ya más de un cuarto de siglo. Aunque los burócratas sindicales maniobraron para impedir que Heyman fuera elegido como delegado ante la asamblea, la moción fue aprobada por el Local 10. En la asamblea, el delegado del Local 34 se refirió a la conferencia sindical de octubre pasado para parar la guerra como el origen de la moción.

En la clausura de la asamblea el 8 de febrero, hubo un vigoroso debate en torno a la resolución. La cúpula sindical hizo un intento a detenerla, pero no prosperó. Preguntaron una y otra vez “¿están seguros de que quieren realizar esta acción?” Los delegados dijeron en su aplastante mayoría que sí. Incluso sindicalistas conservadores y hasta veteranos de la guerra de Vietnam, tomaron la palabra para decir que el gobierno nos está mintiendo, que ya estamos hartos de esta guerra, que tenemos que ponerle fin ya. Entonces los burócratas cambiaron de táctica e intentaron desvirtuar la moción, por lo que su alcance fue reducido de 24 horas a 8, y se dijo que se trataría de la realización de una “reunión de trabajo” (lo que está amparado por el contrato), en lugar de hablar abiertamente de un paro, pensando que de esta manera disminuirían la previsible oposición de los patrones. Al final, hubo un voto verbal y sólo tres delegados de los 100 presentes votaron en contra.

Los esfuerzos para limitar la moción persisten, como cabe esperar de una dirección que, como el resto de la burocracia sindical pro capitalista, busca la “paz laboral” con los patrones. En su carta a Sweeney, el secretario internacional del ILWU intentó presentar la acción como un esfuerzo para “expresar apoyo a las tropos al pedir que sean traídas a casa de manera segura”, aunque la moción aprobada por los delegados no dice nada del estilo. Jugar la carta del “apoyo a nuestras tropas” representa un esfuerzo de jurar lealtad a los objetivos más amplios del imperialismo norteamericano. Con ello se ayuda a los guerreristas, cuando lo que se necesita son acciones obreras independientes contra el sistema que produce interminables guerras imperialistas. A pesar de los intentos de diluirla y distorsionarla, la acción del Primero de Mayo aprobada por los delegados del ILWU es un llamado a usar la fuerza de la clase obrera para poner fin a la guerra.

¡Movilizar el poder de la clase obrera para derrotar la guerra de los patrones!


Contingente del Internationalist Group en marcha contra la guerra en Harlem, 19 de marzo de 2005.
El IG ha llamado por huelgas obreras contra la guerra y por el boicot laboral de cargamentos
militares desde comienzos de la guerra contra Afganistán e Irak.
(Internationalist photo)

Para el sindicato de estibadores de la Costa Oeste de Estados Unidos, realizar un paro portuario para oponerse a la guerra será un gran paso adelante en la lucha de clases. El Internationalist Group ha sido la única organización en luchar por huelgas obreras contra la guerra, cuando la totalidad de las coaliciones frentepopulistas por la “paz” han rechazado esta tarea y cuando incluso algunos vergonzosos ex trotskistas se han rehusado a convocarlas, diciendo que el hacerlo “no tendría resonancia” entre los trabajadores (ver nuestro suplemento especial a The Internationalist de octubre de 2007, “Why We Fight for Workers Strikes Aganist the War [and the Opportunists Don’t]” – Por qué luchamos por huelgas obreras contra la guerra [y los oportunistas no]). Con mantas, pancartas y propaganda hemos buscado subrayar la lección central de que es necesario derrotar la guerra imperialista en el exterior y la guerra de los patrones “en casa” mediante la movilización del poder del movimiento obrero, con completa independencia respecto a los partidos capitalistas.

Esto significa que hay que combatir la movilización de guerra en toda la línea. En primer lugar, esto implica unirse activamente a la lucha por los derechos de los migrantes, dado que el gobierno ha convertido a los trabajadores indocumentados en el “enemigo interno”. Los trabajadores con conciencia de clase deben exigir plenos derechos de ciudadanía para todos los inmigrantes. El año pasado, el Local 10 de San Francisco aprobó la realización de un paro para sumarse a las marchas a favor de los derechos de los migrantes para el 1º de mayo, pero los patrones de la PMA se opusieron a ello y la sabotearon en el último minuto los burócratas sindicales. Vergonzosamente, el Local 13 de Los Ángeles, un puerto mayoritariamente mexicano-norteamericano, no protestó en lo absoluto cuando la policía atacó el mismo día a manifestantes pro migrantes. Hoy, cuando la policía migratoria realiza redadas al estilo de la Gestapo en todo el país, el movimiento obrero organizado debe tomar la iniciativa en orfganizar redes de respuesta rápida para ocupar las calles y así bloquear las redadas. A pesar de la campaña emprendida por los medios y políticos capitalistas para azuzar la histeria antiinmigrante, hay una amplia indignación entre los trabajadores norteamericanos hacia los cuerpos de choque que aterrorizan a las comunidades de migrantes.

Al mismo tiempo, los sindicatos deben usar su poder para poner alto a los ataques contra las libertades cívicas que son parte del frente interno de la guerra imperialista. Las licencias para conducir con datos biométricos, las cédulas de identidad TWIC con “investigaciones de antecedentes”, el espionaje telefónico sin autorización judicial, la formación de tribunales militares para la realización de “juicios” en los que los acusados no tienen el derecho de habeas corpus para conocer la “evidencia” o siquiera los cargos que enfrentan: todo esto forma parte de la campaña que aceleradamente conduce a Estados Unidos hacia un estado policíaco en todo sentido. Ha habido ya decenas, quizás cientos de resoluciones aprobadas por organismos sindicales a nivel de ciudad, condado y estado en contra de la ley U.S.A. PATRIOT, prueba de que los activistas sindicales están bien conscientes de los riesgos que ésta implica. Sin embargo, precisamente como ocurre con las incontables resoluciones sindicales en contra de la guerra, todavía no hay acciones obreras. Es un lugar común en el movimiento obrero el lamentarse de la falta de verdaderas acciones cuando Reagan rompió la huelga de los controladores del tráfico aéreo de PATCO, lo que abrió la vía para acciones masivas rompesindicatos, la eliminación de prestaciones y ataques racistas por doquier. No hay que permitir que los burócratas sindicales entierren las vitales luchas de este momento.

Ha llegado el momento de pasar de las palabras a los hechos, de hablar a los gobernantes capitalistas en el único idioma que comprenden. Los partidos de la guerra imperialista deben ser derrotados mediante una movilización clasista de los trabajadores, a la cabeza de los oprimidos. La moción del ILWU para un paro portuario el Primero de Mayo para poner fin a la guerra, puede ser una apertura para que la clase obrera en todas partes pase de la protesta impotente a la lucha por el poder. Por ello, la clave consiste en construir un partido obrero revolucionario que luche por un gobierno obrero, por la revolución socialista aquí y en el resto del mundo, que ponga fin de una vez por todas al sistema de interminables guerras, pobreza y racismo.

¡Acciones obreras para detener la guerra!

La siguiente resolución, originalmente introducida por el Local 10, basado en el Área de la Bahía de San Francisco, del sindicato de trabajadores portuarios de la Costa Oeste de Estados Unidos (ILWU) fue enmendada y aprobada por aplastante mayoría después de ser debatida en la asamblea del ILWU del 8 de febrero.

Considerando que el 1º de mayo de 2003, en la convención del ILWU celebrada en San Francisco se aprobaron resoluciones en las que se llamaba a poner fin a la guerra y ocupación en Irak; y

Considerando que el ILWU se puso a la delantera entre otros sindicatos al oponerse a esta sangrienta guerra y ocupación para el dominio imperial; y

Considerando que muchos sindicatos, así como la aplastante mayoría del pueblo norteamericano, se oponen ahora a esta injustificable guerra apoyado por ambos partidos en Irak y Afganistán, pero que los dos principales partidos políticos, Demócrata y Republicano, siguen financiando; y

Considerando que millones de personas en todo el mundo se han manifestado en protesta contra las guerras en Irak y Afganistán, pero no han conseguido detener estas guerras; y

Considerando el récord de acciones históricas del ILWU en los puertos,

1)       Como el rechazo de los estibadores del Local 10 a cargar bombas enviadas a la dictadura militar chilena en 1978, así como pertrechos militares para la dictadura salvadoreña en 1981, y

2)       El respeto al piquete contra la guerra del sindicato de maestros llevado a cabo el 19 de mayo de 2007, en contra de SSA en el puerto de Oakland, que constituye un ejemplo limitado pero luminoso de cómo se debe oponerse a estas guerras; y

Considerando que se amenaza con extender la guerra en el Medio Oriente mediante ataques aéreos de EE.UU. contra Irán o posibles intervenciones militares en Siria o en el inestable Pakistán,

Por consiguiente resolvemos:

Que ha llegado la hora de intensificar el nivel de la protesta sindical hasta un nivel de lucha más potento, al llamar a los sindicatos y trabajadores en los Estados Unidos y a escala internacional a que se movilicen por día feriado “Sin Justicia No Hay Paz” para el Primero de Mayo, durante ocho horas, para exigir el fin inmediato a las guerras de ocupación en Irak y Afganistán, así como el retiro de las tropas norteamericanas de todo el Medio Oriente; y

Por consiguiente resolvemos además

Que el ILWU da un trompetazo urgente para la unidad en la acción a la AFL-CIO, la coalición Change to Win y a todas las organizaciones sindicales internacionales a las que estamos afiliados para poner fin a esta guerra sangrienta de una vez por todas.

Moción presentada por el Local 10 del ILWU



Para contactar el Grupo Internacionalista y la Liga por la IV Internacional, escribe a: internationalistgroup@msn.com

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Original: Paro portuario en la Costa Oeste contra la guerra el 1° de mayo